
Una precisión necesaria
He mencionado muchas veces “la Gracia de Dios”, aunque no he explicado que
significa esa expresión. La gracia es un regalo de Dios para vestir le esencia natural el
alma de un hábito sobrenatural. La gracia perfecciona la naturaleza humana y la eleva.
La gracia está vinculada al don que Dios nos hace de si mismo por amor. Ese don de la
Gracia no se debe a nuestra naturaleza humana, sino a la libre iniciativa de Dios. La
gracia de Dios es una entidad que perfecciona nuestra naturaleza humana. Y lo hace
de tal modo que -con la gracia – podemos tener hábitos sobrenaturales y hacer actos
sobrenaturales. Los actos sobrenaturales son las virtudes o fuerzas operativas. Los
hábitos sobrenturales proceden del hábito sobrenatural que es la gracia santificante.
Los actos sobrenaturales provienen de la gracia santificante. La gracia santificante,
empero, está radicada en la esencia del alma. La gracia santificante es un estado
dinámico del que proceden todos los actos interiores y exteriores. Por eso, por la
gracia nuestro amor es un estado dinámico de donde salen los distintos amores. =
Esta precisión tendrán que escucharla o leerle varias veces, incluso antes o después
de los guasap que siguen, porque la gracia santificante solo sana el fondo del ser.