Prevenir los riesgos
Juan era un novel empresario. Cuando tomó su cargo, no hizo cálculos de
logros y ganancias. En cambio, se puso a estudiar la actividad de su empresa
para tratar de identificar los peligros que podían afectar a su gente y a sí
mismo.
Primero dijo: “Necesito una lista con los puestos de trabajo y del personal
que trabaja”. Puso signos de interrogación a los puestos temporales. Y sacó a
las embarazadas o de parto reciente, de cualquier zona de peligro.
Reunió a sus colaboradores y preguntó: ¿Cuáles son los peligros que han
identificado en los últimos años?” Y agregó: “Me interesa saber el grado de
posibilidad de que ocurran daños”. Pidió: “Vamos a estudiar la lista de
accidentes, enfermedades, contagios, daños sufridos en la empresa en estos
años”.
Preguntaron asombrados: “No le importan la producción y las ventas”.
Respondió Juan: “Voy a evitar todo lo posible que alguien tenga una desgracia”.
“¿Tenemos Comité de seguridad y salud?”. “Uno del Comité y un supervisor
directo observarán cada día las herramientas, a la gente y su desempeño”.
“Después que esto funcione nos dedicamos a lo demás”. Y se río. “Antes
sacarnos los posibles dolores de cabeza”.
Parábola contemporánea 5
