El lado positivo de ser caminante
Nuestro caminar hacia la plenitud tiene un lado positivo. Es la fuerza con que
fundamos nuestra acción hacia una justa “aspiración” o deseo de terminar el camino
felizmente. Esa fuerza es la posibilidad de actuar con “méritos”, que tiene el carácter
de un auténtico “paso” de un estado a otro. Cuando lleguemos al estado de
poseedores se termina la aspiración y desaparecen los méritos y la libertad para pecar.
Hemos encontrado lo que buscábamos, a pesar de las tormentas de la vida. Es como
un golfista que camina y camina hasta que un día tira la pelotita y entra en el hoyo
final.
En ese paso de ser caminante a ser poseedor, queda superado el ser caminante en
sus lados negativo y positivo. En ese paso de peregrino a poseedor, se supera la
posibilidad de ir hacia la nada, porque nuestro ser ha encontrado su plenitud. Incluso
cuando lleguemos a la felicidad quedó atrás para siempre el deseo o aspiración y el
caminar sin cesar.