¿Qué significa condenarse?
El estado de caminantes termina cuando la posibilidad de ir a la nada limita con el
encuentro maravilloso de la felicidad. Ese instante consagra no sólo la plenitud, sino
también la no plenitud. En ese momento también la decisión por la nada es definitiva.
Queda superado el estado de caminantes tanto en la felicidad como en la nada.
Satanás perdió en un instante por su pecado el estado de caminante hacia la plenitud.
La condenación es la irrevocable fijación de la voluntad en la nada. La salvación es
como el estado de poseedor, el afianzamiento de la voluntad en Dios. En la
condenación el aspecto positivo de ser caminante, ir hacia la felicidad total, queda
para siempre suprimido y destruido. Y el aspecto negativo se convierte, aislado, en
definitivo. El intrínseco aún no llegué del caminante, se convierte en un intrínseco no.
El condenado nunca puede decir “ya llegué”. Hablo de esto porque la esperanza es la
fuerza del caminante que dice “aún no llegué”.