COMO ENTENDEMOS EL MUNDO
Eso depende de las palabras que oímos desde la infancia en casa, en la escuela, entre compañeros, en la tele, las series, en la letra de las canciones. Si en casa hemos oído palabras basura, vamos a percibir al mundo como sucio. Puede haber una abuela que usa palabras sanas para decir lo mismo y cambia el modo del niño. Si nos dicen que jugamos mal, vamos a dejar de jugar. Puede haber alguien que te diga que el asunto es ponerse a aprender y llegamos a ser buenos jugadores. Si te dicen que a esa universidad es difícil entrar, puedes desanimarte. Si tu papá te dice: Hay lugar para los buenos y vas a entrar, seguro que entras. Las palabras basura nos hacen pensar el mundo de un modo, que muchas veces no es verdadero y entonces comunicamos nuestro pesimismo a los demás. Sin embargo, las palabras positivas pueden hacernos entender que el mundo no es lo que nos dicen, sino distinto. Las palabras construyen o destruyen. Tenemos que elegir. Es como la ecología: o sanamos al mundo, o lo enfermamos. Dios quiere un mundo bello, feliz, bueno para vivir. Eso mismo los deseo hoy a ustedes: no nos dejemos dañar por creencias tóxicas de otros. Busquemos los modos de mostrar que tenemos una idea del mundo que nos ayude a sanarnos y asumir nuevos propósitos. Los quiero mucho en el sentido pleno de las palabras.
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