Relación entre esperanza natural y sobrenatural
Nosotros, como hombres naturales, nunca podríamos esperar la vida eterna, por
más grandeza de alma que tuviéramos. La vida eterna consiste en la visión feliz de
Dios. Por eso si caemos en la soberbia, perdemos la grandeza de alma. Sin embargo,
en cualquier esperanza natural existe una cierta inclinación a la Esperanza
sobrenatural, como plenitud el ser. A esa virtud de la Esperanza dada por Dios aspira
nuestro ser. Cada una de las esperanzas naturales que tenemos, son como reflejos y
sombras de la vida eterna.
La virtud de la Esperanza dada por Dios, en concreto, ordena y dirige nuestra
esperanza natural. Esa virtud nos vincula al último “aún no” llegamos. Cuando nos
ordenamos a la vida eterna, esperamos de Dios el auxilio de beneficios espirituales y
también temporales. Podemos incluir los bienes naturales de la vida en la Esperanza
sobrenatural, o sea la que Dios nos da.
La naturalidad con que, en una época, vivíamos de la Fe, unía la esperanza natural y
la sobrenatural de modo que hoy nos resulta casi inaccesible. La esperanza
sobrenatural espera no sólo la vida eterna, sino además el anhelo de rejuvenecer las
energías de la esperanza natural con un nuevo impulso.