Paso del amor a sí mismo al amor desinteresado
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Los momentos más desinteresados son también los más felices, precisamente
porque son los menos egoístas. Por eso, tenemos que preguntarnos ¿Qué es la
felicidad y cuál es su contenido?
A esta pregunta no conozco a nadie que haya podido responderla con una
descripción “positiva”. Sobre este punto dice san Tomás: “Todos entienden por
felicidad un estado perfecto en la mayor medida imaginable, pero permanece oculto
cuál es ese estado y en qué consiste”. Por nuestra experiencia sabemos que no
somos más felices cuando conseguimos lo que nos pareció deseable de primera
impresión”. La persona que quiere gozar a toda costa termina en el camino de la
desesperación. El amor desinteresado no busca saciarse.
