Amor a sí mismo y amor desprendido
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Dos ideas han aparecido hasta ahora en nuestras meditaciones. 1o. El amor propio,
la exigencia de felicidad, la tendencia a la plenitud propia, en cuanto lo más primario y
la raíz de todo amor. 2o. El amor a sí mismo, como modelo y criterio del amor a las
demás personas. En los dos aspectos nos preguntamos: “¿Cómo sale el hombre del
amor a sí mismo por mucho que ese amor sea raíz y modelo de cualquier otro amor?
¿cómo debemos imaginarnos este paso de lo uno a lo otro? Un amor que sólo se
busca a sí mismo no puede ser en absoluto amor verdadero. Lo que no es amado por
sí mismo no puede decirse que sea amado. Si amamos, hagámoslo sin recompensa.