
Encontrarse a sí mismo
Comentario 158 – 31o. Domingo del tiempo común – Lucas 19:1-10
Una multitud es signo de ceguera espiritual porque no comprenden a Jesús. Por eso impiden verlo. Zaqueo sube a una palmera para ver a Jesús desde lo alto. Jesús mira y dice: Rápido, baja porque hoy debo quedarme en tu casa. Zaqueo quiere buscar a Jesús y ahora Jesús lo busca a él.
Zaqueo es un pecador a quien Dios ve. Jesús quiere ir a la casa: eso significa que su gracia espera entrar en el alma de Zaqueo y transformarla.
Zaqueo dice publicamente que dará a los pobres la mitad de sus bienes y pagará el cuádruple a quienes estafó. Zaqueo se enfrenta a los ciegos. Y, además, la presencia de Jesús no es aprobación de loas impuestos romanos.
Jesús pone a Zaqueo en contacto con el Padre Dios: se nota en la abundancia de su arrepentimiento: entrega más de lo mandado por la ley.
Zaqueo el pecador se encuentra con Jesús el Salvador. Zaqueo está congento porque su arrepentimiento le trajo el corazón de Jesús. Zaqueo regresa del país de los perdidos. Y Jesús hace lo que vino a hacer. +
Mons. Osvaldo D. Santagada Parroquia San Gabriel Arcángel de Buenos Aires