A veces hay que correr riesgos
La palabra riesgo produce rechazo, pues se lo mira con miedo. El miedo no quiere correr riesgos. El riesgo no es capricho, ni intuición o corazonada, al contario es animarse a tomar una decisión después de haber estudiado la situación. No es inconsciente, sino racional. Sólo que el resultado es incierto pues no depende de nosotros, porque puede haber escollos. El que no falla en algo no es humano.
Un líder demuestra que tiene coraje y no se oculta ante el riesgo que se presenta. Estudia el caso, lo consulta, lo conversa. Si falla hay que buscar donde estuvo el error.
El riesgo es atreverse a hacer algo aunque sepamos que hay peligro, porque no tenemos toda la información del caso. Muchas veces, al asumir un riesgo nos anticipamos a otros: a veces se pierde, a veces se gana.
Esto sucede con la gente sencilla, y los científicos, los grandes empresarios, los ejecutivos, los políticos, los conferenciantes, los escritores. De los libros que se escriben, ¿cuántos llegan a ser un éxito? Es cierto que en ese caso, influyen los medios de hacer propaganda. Y en los riesgos que tomamos no podemos hacer propaganda, incluso puede ser negativa.
Es importante saber que el riesgo nos hace crecer, porque intentamos hacer algo que podía darnos fruto y sea cual fuere el resultado, quedamos satisfechos. Aceptamos humildemente nuestro error, si fuera el caso. Recordemos el origen de la palabra: riesgo viene de risco, peñasco, barranco.