Los valores – 32
Los valores familiares
Aceptar la realidad de la familia que tenemos y sufrir con paciencia sus carencias.
Aceptar la realidad significa salir de las ilusiones y de las ideas volantes. La familia es un hecho bueno en si mismo. La bondad no depende de lo bueno que sea cada uno de sus miembros, sino de la comunidad formada. Dado que cada persona es diferente en personalidad, carácter, gustos, habilidades y trabajo, la familia no puede ser -no lo es jamás – un idilio romántico. Al contrario, en la familia hay tensiones, discusiones, gente fuerte que desea imponer a los demás sus ideas, contradicciones e incoherencias.
Debemos aceptar la realidad como es. Lo mejor que podemos hacer es decirnos “el cambio de mi familia comienza por mí”.
A medida que pasan los años nos damos cuenta como los adolescentes con sus padres, que en la familia hay deficiencias y carencias. ¿En dónde vamos a encontrar otros que quieran cuidarnos en la enfermedad, en las angustias, en los fracasos? ¿Cómo podríamos conocer muchas cosas si los padres, abuelos, hermanos mayores no fueran los primeros maestros?
