Lo natural, lo ético y lo sobrenatural
Cuando se entiende el amor como lo sobrenatural, como una virtud que no se
alimenta de nuestras propias fuerzas sino que se dan gratis por la intervención de
Dios. No se puede separar tan simplemente el amor propio natural que aspira a la
felicidad personal y a la plenitud de la propia existencia y el amor regalado por Dios.
Lejos se separarlos reconocemos que lo natural, o sea lo que viene por la Creación
divina y lo que en sentido real se llama ético, tanto como lo sobrenatural , están tan
pegados que no se pueden distinguir sus junturas, siempre que lo natural, lo ético
libre y lo sobrenatural que viene de la gracia de Dios, vivan en buena armonía. Cuando
estamos remando a favor del viento, ¿quién puede distinguir el porcentaje de
velocidad que se debe a nuestros brazos y el que se debe al empuje del aire?