La reseña
En muchos países existe un rito especial de Semana Santa, llamado la Reseña. En la
Argentina se practicó en la catedral porteña hasta 1955. Y lo realizaba el cardenal
primado Santiago Copello, cada miércoles santo a la tarde. Lo presencié tres años,
aunque no era para laicos sino para clérigos. Luego en San Gabriel Arcángel después
de estudiar la historia de esta tradición, se hace desde hace más de 30 años.
El origen de este rito viene de la costumbre de los ejércitos romanos, cuando moría
su general, pasaban su bandera sobre los soldados para que recibieran su coraje y su
fuerza. La Iglesia tomó esa práctica y le cambió el contenido hace 17 siglos. En vez de
usar un estandarte como el de los generales romanos, la Iglesia usó una gran bandera
con una cruz en el centro. Entendió que esa era la bandera del Rey. Con esas palabras
comienza uno de los himnos cristianos más antiguos que se conserva: Vexilla Regis
(en Cantar y orar 283 La real bandera). Antes los beneficiarios eran los clérigos, ahora
son los laicos. Sentados, con los ojos cerrados y las manos unidas una sobre otra,
cada uno toma aire y lo larga diciendo: Cristo – sáname. La Bandera pasa sobre los
creyentes que sienten esa brisa como una caricia de Dios. Cada uno, enfermo o sano,
experimenta algo nuevo. Nadie se va como vino. Es un rito de sanación espiritual.
Toca a los laicos difundir en sus parroquias este antiguo rito. Cuando los curas
pregunten; ¿Para qué sirve? Responderán: para recibir la fuerza de Cristo y renovar la
vida de la comunidad.