El ayuno

El ayuno

Esta práctica toma su origen del ayuno de Jesús en el desierto.
Por eso, es obligatoria para los católicos dos veces al año: el
Miércoles de cenizas y el Viernes Santo.
Lo del ayuno del Miércoles de ceniza es lógico. Al comenzar el
tiempo de Cuaresma los católicos nos preparamos para ayudar a
los hermanos que padecen hambre. Como dice el profeta Isaías:
Parte tu pan con el hambriento. Y ayunar el Viernes Santo parece
que no necesita demasiada explicaciones: nos unimos a la muerte
del Salvador
Junto al ayuno por obligación (es decir bajo pecado), está el
ayuno voluntario para tener a raya las malas pasiones. En una
época en que mucha gente ayuna sólo para adelgazar de sus
comilonas anteriores, es justo que los católicos en privado y sin
ostentación hagamos días de ayuno. Se trata de comer durante
todo el día la mitad de los que consumimos a diario.
El precepto el ayuno se complementa en la Iglesia con la
abstinencia de carne en los mismos días señalados. En el algunos
países, los EEUU por ejemplo, los católicos cumplen con la
abstinencia todos los viernes del año.
Para nosotros el ayuno no es un modo de hacer dieta, sino un
signo de amor a quienes por el egoísmo humano no tienen para
comer. En la Argentina muchos niños caen muertos de hambre y
desnutrición. El precepto del ayuno es para pensar en serio.

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