El amor y la desesperación
Lo auténticamente contrario al amor no es el odio, sino la desesperada indiferencia
de aquel para quien nada tiene importancia.
La palabra desesperación debe tomarse literalmente. Esa indiferencia total se
aproxima mucho a la situación anímica del condenado. En la novela de Dostoieski, Los
hermanos Karamazov, dice el monje: “Díganme ustedes padres y maestros: ¿qué es el
infierno? Pienso que el infierno es el dolor de no poder amar. Dios nos ha dado esta
naturaleza espiritual que tiene la posibilidad de decirnos cada uno a nosotros mismos:
existo y amo”. Esto parece demasiado místico. Hay otro ejemplo : el de un alemán
cuando vuelve de la emigración. Y dice: “He sentido dos clases de felicidad al
regresar: la primera es poder ayudar a mitigar las penas y necesidades; la segunda, la
más beneficiosa para un ser humano: la de no tener que odiar”.
