
Los valores – 24
Dejar el miedo al dolor y la corrección
Vivir con alegría no significa ver películas cómicas. Podemos estar alegres, aún estando cansados. Cuando uno hace lo justo y debido, su responsabilidad, siente la dicha de haber cumplido una meta y se alegra.
Hay gente que desde la niñez vive con miedo. Eso proviene de la familia, en la cual los padres, uno o los dos, en lugar de ser educadores de sus hijos, son quienes mandan.
Hay que poner reglas que cada uno necesita cumplir para que haya orden. Es distinto que alguien (uno o dos) se consideren con derecho a mandar. “Aquí mando yo”, se suele oír. Las mujeres no lo dicen, aunque les gusta sentir que mandan. Esos son vicios que se transmiten a los hijos. Tanto padres como hijos, viven llenos de miedos. Y no se quitan yendo al psicólogo.
Hay que enseñar con amor a ver la importancia de la corrección. Los errores deben corregirse de inmediato, sea quien fuere el que los cometa. Se necesitan argumentos irrefutables, ya sea el diccionario, la partitura, o los consejos inteligentes. Uno mismo, tiene que saber cuando debe corregirse. Nadie va al colegio para encontrarse con maestros blandos que aceptan los errores y los dejan pasar. Así que hemos llegado a tener pésima ortografía, a no poner atención en lo que hacemos y a hacer cálculos desastrosos para la vida: si me saco un 7 , ya me aprueban esta materia (aunque no sepa nada de ella).