Vivimos imitando modelos: san José
Los niños aprenden más imitando que estudiando. Cada uno lleva en sí la
imitación de lo bueno o malo que vivió. Eso es un llamado para nosotros,
porque los demás imitan nuestra conducta. Jesús aprendió el amor de Dios
imitando a José y a María. Le enseñaron adorando a Dios y orando siempre, a
ser generoso, a querer a la gente, a vivir en la búsqueda de lo bueno. Es
maravilloso que Jesús haya vivido trabajando en un taller. José debe haber
insistido en los trabajos bien hechos, sin hacer acepción de personas. José
vivió en su taller no para ganar dinero, sino para hacer feliz a la gente. Jesús
aprendió como el trabajo puede ser un medio para vivir en comunión con el
Padre. Jesús era conocido como “el hijo del carpintero”. Imitaba el silencio
cuando se escuchaba las Escrituras, cuando se cantaban los salmos. Imitó a su
madre no a hacer su voluntad, sino la del Padre celestial. Así Jesús se fue
haciendo consciente del por qué de su existencia y de para qué había nacido.
Nosotros también imitamos a José.