SER FIRMES

SER FIRMES

El Evangelio nos presenta a Jesús como una persona firme, muy firme. Nada de vacilaciones, ni titubeos, ni dilaciones, ni conformismo. Jesús fue firme y nos quiere firmes.
Pensemos lo que hemos sufrido en la vida por no ser firmes. ¡Cuántos libros hemos perdido por tener miedo de pedirlos de vuelta! ¡Cuántas veces hemos tenido que ir y volver por no ser firmes! ¡Cuántos errores hemos aguantado por no ser firmes! ¡Cuántos pisoteos nos ha costado no ser firmes! Y, sin embargo, de nada vale ahora lamentarnos de todo eso.
Más bien preguntémonos: ¿Que haríamos si fuéramos 10 veces más firmes? ¿Dejarías algo, insistirías ante alguien, harías lo que hace años vienes dejando «para mañana», leerías lo que fingiste haber leído, escribirías lo que nunca hiciste?
Si quieres imitar a Jesús, ahora mismo empieza a ser firme contigo mismo.

Post a Comment

#SEGUINOS EN INSTAGRAM