Segundo llamado del amor nupcial
El primer llamado del amor nupcial debe ser superado. Pues la comunidad que se
crea con los hijos, la familia, y toda la humanidad se logran para si mismas, sino para
Dios. El amor nupcial no se logra plenamente si no lleva a la comunidad humana a ser
parte del mundo de Dios. Ese es el segundo llamado del amor nupcial. Es el llamado
del Creador que quiere realizar en las personas el aspecto comunitario de su vocación,
asociándolos a la fecundidad creadora de Dios. El amor conyugal es un llamado
natural para la acción personal e inmediata de Dios: la creación de un alma. Todo el
impulso vital y toda la afectividad espiritual se encuentran con Dios Creador. Así este
amor innusitado entra en la esfera de lo sagrado y el impulso que comienza en la carne
concluye con un beso de Dios.