
Regresar a Jesús
Comentario 155 – 28o. Domingo del tiempo común – Lucas 17:11-19
Jesús muestra que el amor de Dios se manifiesta a todos, pero que los hombres respondemos a eso con nuestras ambivalencias. Queremos sanarnos, que Dios haga un milagro y con eso nos basta. Aquí también tenemos la experiencia de quienes vienen a recibir una gracia, la reciben y no vuelven más. A lo sumo el 1%.
Los leprosos están fuera de la comunidad, aislados por la peste. Jesús tiene una pasión por ayudar a la gente y sale al encuentro de los perdidos, como la mujer que buscó su moneda, o el pastor que salió a encontrar a su oveja.
Sólo uno de los diez leprosos vuelve a dar gracias y adorar. Los otros cuando se ven sanos, van a buscar el certificado que los reintegra a la comunidad. Y el que vuelve para gran sorpresa de todos, no es judío sino extranjero.
Jesús ve todo lo de afuera y lo de adentro también, y no le importa. Sana a los diez, no delante suyo, sino en el camino hacia la reincorporación a la comunidad.
¿Qué es más importante: ser reconocidos sanos por las autoridades, o alabar a Dios por el amor de Jesús? ¿Qué es más importante: seguir la vida de antes, o empezar una nueva vida con Jesús? El que regresa quiere hacerse discípulo de Jesús.
Mons. Osvaldo D. Santagada
Parroquia San Gabriel Arcángel de Buenos Aires