
¿Por qué reflexionar sobre las devociones?
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Ante todo, es preciso que comprendamos que la Iglesia no comenzó a partir del
Concilio Vaticano II. Nuestras raíces se hunden en la historia y llegan más allá del
Nuevo testamento. No es lo mismo “tradicional” que “tradicinalista”. Somos
tradicionales simplemente porque somos : “históricos”. Es necesario aceptar esa
dimensión histórica de los valores de la fe cristiana, y saber que a los largo de los
siglos la Iglesia ha aceptado distintas formas de pensar y actuar: p.e. S. Tomás de
Aquino es el representante de una teología racional; san Buenaventura, de una
teología sentimental y emocional. Por eso, debemos clarificar que significa ser
“conciliar”.