Los que se entregan a lo Absoluto
Otros se entregan a un ideal grande como la Belleza, la Verdad, o la Justicia. Y
otros se entregan a Dios, el único que realiza el ideal absoluto. Saben que el
hombre está orientado hacia Dios, que Dios los llama y que su libertad es su
poder responder al llamado y realizar su grandeza uniéndose a Dios. Entonces
la libertad es la capacidad de poder servir. Ese servicio tiene varios impulsos:
un impulso de adoración, que nos hace reconocer nuestra dependencia básica
con respecto a Dios; un impulso a la Fe, porque confiamos en el llamado de
Dios; y un impulso al Amor, porque nos entregamos a conseguir el deseo de ser
plenificados por Dios. Entonces percibimos nuestra real vocación de hombres.
La libertad espiritual es un compromiso por el cual vivimos unidos, nos
desarrollamos y nos realizamos sirviendo al prójimo , al entregarnos a Dios.