Los primeros viernes
El mensaje de Jesús es así: “A quienes comulguen los primeros viernes de 9 meses
seguidos les daré la gracia del arrepentimiento final”. La Iglesia añadió condiciones:
confesarse entre los 8 días; buena disposición de reverencia y atención; comulgar con
la intención de reparar las ofensas hechas a Jesús. No nos salvamos nosotros, sino
que por la frecuente recepción de los Sacramentos nos predisponemos a la vida moral
del cristiano. Los escépticos dicen que Jesús no hablaría con ese lenguaje: Jesús
habla con el lenguaje de los oyentes, no el suyo. Esta devoción nos prepara para la
hora final y nos hace reconocer el valor de la disciplina. Lo llamativo es que la religión
más exigente es la que atrae más. Las religiones que se han hecho relajadas y flojas
están en decadencia. Esta devoción une el dolor con la esperanza.
