Los exorcismos caseros
Jesucristo expulsó diablos y liberó de la posesión de espíritus
malignos, para que el hombre consiguiera la libertad por el don del
Espíritu Santo y se salvara.
Los exorcismos caseros son oraciones de los cristianos para
verse libres del poder de las tinieblas. Hay otros exorcismos que
sólo pueden realizar algunos sacerdotes.
El influjo del diablo se manifiesta en la mentira, el engaño y la
confusión. Jesús es la verdad: el diablo es el mentiroso por
excelencia. Quienes mienten se hacen servidores del diablo.
Uno de los exorcismos caseros más conocidos es la Medalla de
San Benito abad. Otro exorcismo se hace el 1o de enero de cada
año, escribiendo en el dintel de la puerta de la casa estas letras y
números: + 20 + JBH + 25 + (significa en el año 2025 Jesús
bendice el hogar).
Uno conocido pero menos antiguo, es el “detente” que se lleva
entre las ropas. Es la imagen del S. Corazón. Es justo respetar a los
que quieren defenderse de las insidias del maligno. Es un misterio
que los ángeles caídos sigan teniendo este influjo. No sabemos por
qué, aunque si sabemos que se da.