Las hijas de la acedia

Las hijas de la acedia

La desesperación no es la única hija de la acedia. Tiene otras que son hermanas de
la desesperacíón. La segunda es una “aceleración de la mente”, que no encuentra
gozo en nada de lo que hace. Como un cansancio de la vida. Esas aceleración se
manifiesta en la locuacidad, la curiosidad, la inquietud sin respeto, la falta de sosiego,
y la inestabilidad de su casa. La tercera hermana es la indiferencia hacia todo lo
referente a la salvación. La cuarta es la poquedad de espíritu (pusilánimes), sobre la
capacidad mística del hombre. La quinta es el olvido de su propio yo. Y la sexta
hermana es la auténtica maldad, una consciente elección del mal en cuanto tal, por
odio contra los dones de Dios.
Esta tristeza de la acedia es uno de los rasgos de la fisonomía de nuestra época, esta
época que proclama el triunfo de los trabajadores. Epoca totalitaria que con facilidad
trata al hombre como un engranaje de una gran máquina. Epoca en la que no somos
nosotros, sino entes que trabajan y compran.

Post a Comment

#SEGUINOS EN INSTAGRAM