La verdad nos ayuda a descubrir la realidad
La verdad es el presupuesto de la justicia. Sólo el que rechaza la verdad, natural o
sobrenatural, es realmente malo e incapaz de conversión. Todas las leyes morales y
las reglas de conducta pueden reducirse a una sola: la verdad.
La Razón es una referencia o una dirección a la mirada de lo real, un paso a la
realidad. Y la verdad es el descubrimiento de la realidad, tanto natural como
sobrenatural. La razón perfeccionada por el conocimiento de la verdad es la facultad
obligatoria del espíritu humano porque lo actualiza por el descubrimiento de la
realidad, tanto natural como sobrenatural.
La prudencia es la medida del querer y del obrar; pero a la vez la medida de la
prudencia es la realidad objetiva del ser. La primacía de la prudencia significa ante
todo la necesidad de que el querer y el obrar sean conformes a la verdad, y a la
realidad objetiva. Antes de ser bueno tuvo que ser prudente, es decir, conforme a la
realidad.
