La segunda forma de presunción
La segunda forma de presumir estar salvado se basa en la herejía protestante de que
Dios salva a quien quiere y que todos estamos condenados de antemano. O bien te
dan la certeza absoluta de salvarte, mirando sólo a los méritos de Cristo. Esta herejía
destruye el carácter de caminantes que tiene la vida humana, porque el cristiano ya
habría alcanzado la salvación. Esta segunda forma de presunción, es cercana a la
desesperación. Además el cristiano presumido puede dedicarse al desenfreno moral,
porque confía en la misericordia divina. Ese es un pecado contra el Espíritu Santo.
Esta es la presunción protestante antinatural.
La presunción se basa en una falsa valoración de uno mismo. Tiene una seguridad
de salvación que carece de fundamento válido. Esa falsa valoración consiste en falta
de humildad, negación de nuestra condición natural de creaturas, y aspiración
antinatural a una semejanza divina.
Recordemos que la Esperanza presupone la grandeza de ánimo, y también la
humildad. Sólo los humildes pueden esperar.
