La persona humana en su situación concreta

La persona humana en su situación concreta

La persona fue creada en su naturaleza como una imagen de Dios, aunque
transfigurada en Cristo. Dios nos adopta como hijos suyos en Cristo. Cristo es
el todo y nosotros participamos de El. El pecado original trajo una separación
entre creación y adopción: Dios siempre nos da la vida, pero ya no su vida.
Entramos en el mundo ahora no como Dios quería. La esencia del hombre
permanece intacta, aunque su ser ahora está herido: eso es el pecado original.
El hombre ha guardado su ser natural, aunque ha perdido su ser deiforme. Eso
es algo trágico, porque hay en nosotros una ausencia que nos hace sentir un
vacío. Nacemos en estado de pecado original, aunque estamos insertados en un
orden sobrenatural. Existimos por Adán, aunque en realidad existimos para
Cristo. Tenemos el peso de Adán primer hombre, aunque estamos atraidos por
Cristo, el segundo. Cada persona es llamada a la comunión con Cristo. Cuando
entramos en relación con Cristo sucede algo maravilloso: ya no somos un
espíritu y un cuerpo, sino el Espíritu Santo habita en nosotros y nos transfigura.

Post a Comment

#SEGUINOS EN INSTAGRAM