La palabra humana en la enfermedad

La palabra humana en la enfermedad

Mensaje 382

Para mejorar la salud

Es valioso ver la actitud de Jesús con la gente. Primero les habla para preparar el terreno de un cambio de mente, después hace algún signo, y después explica a sus discípulos el significado de lo realizado. Jesús habla con los enfermos del alma y del cuerpo. Y esa palabra los sana. Muchas veces usa relatos o cuentos o anécdotas para enseñar y conversar, para que al volver a sus casas la gente recuerde el tema y conversen sobre lo aprendido.

   La palabra tiene mucho que ver para beneficiar la salud. Sobre todo, la charla con las personas aisladas o llenas de miedo en esta guerra sucia que se desarrolla a nuestros ojos. En épocas antiguas las pestes duraban años, pero no se prohibía la vida. Hoy nos obligan a inocularnos con substancias cuya realidad desconocemos: solo sabemos que son vacunas. La palabra vacuna parece la palabra milagrosa de hoy día.

   El gran invento de la Edad Media, vituperada por los ignorantes, es el hospital. El hospital medieval no era una clínica con gente numerada. El hospital era una casa de huéspedes. Ser «hospitalario» significa ser una persona que se ofrece con amor a los demás para servirlos. Y el hospital medieval no fue inventado por los reyes, sino por los monjes y monjas. Ellos eran los expertos en medicinas naturales y escribían herbolarios, que todavía hoy sirven a la salud. ¿Que es mejor: convivir con una peste siendo libres, o superarla a costa de dejar nuestra libertad e inteligencia en manos de unos pocos ganadores, que logran una población sometida y destrozada?

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