LA ORACIÓN ES ACTIVIDAD
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- La oración es un encuentro personal. En cualquier encuentro, cada persona es activa. Los mismo sucede con la oración interior. Con el Evangelio en la mano hago la profunda experiencia de hacerme discípulo de Jesús.
- ¿Cuál es la actividad de Jesús en mi oración?
- Nos abre el corazón para ver allí todo
- Nos transforma
- ¿Cuál es la actividad nuestra?
- Escuchar
- Comprender
- Responder
- Para que haya verdadero encuentro se necesita conocer a Cristo! ¿Donde? En el Evangelio. ¿Para qué? Para que el amor auténtico sea el resultado del encuentro:
- El amor y el conocimiento se entrecruzan
- El amor permanece cuando hay conocimiento continuo y actual
- El amor decae cuando no se intenta conocer
- ¿Cómo leer el Evangelio? Como una carta de amistad. No se abre el Evangelio para disecarlo, viviseccionarlo en mil partecitas y obtener muchas informaciones sobre la historia, la geografía, la lengua, la política, o la religión israelita.
Pero no basta nuestra inteligencia, ni nuestra intuición de lectura. Se necesita una acción de Cristo en nosotros para abrirnos el «corazón» como hizo a los discípulos de Emaús: «encendió nuestro corazón mientras nos explicaba las escrituras» (Lucas 24:32). - ¿Por dónde comenzar?
Primeramente por las palabras actitudes y gestos de Jesús. Pero luego hay que dar un salto: descubrir su mirada interior, el centro de su personalidad, el santuario íntimo de donde brota todo aquello: el corazón del Verbo encarnado. El amor de Dios manifestado en Jesús: amistad y vida.
