La celebración del Bautismo
Los ritos de la Iglesia católica son bellos y dignos. Sólo por la ignorancia y pereza de
los ministros se hacen los ritos de modo apresurado y sin preparación. Mucho más
grave es que en pleno siglo XXI, después del Concilio ecuménico que restauró la
dignidad de los ritos católicos, algunos ministros piensan que como el Bautismo
coloca la semilla del Espíritu Santo en los bautizados, es mejor que haya gente con
esa semilla, aunque ignorantes de todo lo referente a Jesucristo y a la Iglesia, y a la
vida moral. Entonces aunque la Iglesia mande que se celebren Bautismos con decoro,
música, comunidad, cantos, belleza, la realidad es otra: se hacen Bautismos rápidos,
colectivos (de la grupos), sin preparación, sin cantos, sin comunidad, sin música, sin
belleza, y se aceptan los niños ya vestidos de blanco. El pueblo lo soporta, y al fin, se
acostumbra a buscar lo fácil y a tener una religión sociológica.
La norma de la Tradición es que se celebren los Bautismos con preparación de
padres y padrinos, con belleza de flores y textiles, con música y canto, en medio de la
comunidad reunida. Las flores y los músicos debe pagarlos la caja parroquial. Nada
debe pedirse por la celebración del Bautismo. Es un don de Dios que valoramos.
