La caridad es un fuego
La perfección en la caridad puede significar que el amor si quiere
conservar su impulso originario y seguir siendo verdadero amor,
sobre todo si quiere lograr esa eternidad por la que suspiramos con
la más ardiente pasión, tiene que transformarse desde sus raíces y
que esta transformación equivale a pasar a través de una especie
de muerte.
Cuando reflexionamos silenciosamente sobre nuestro amor,
descubrimos que esos pensamientos no nos son extraños. Dice san
Agustín que la caridad, al hacernos de nuevo y rejuvenecernos, nos
trae también en cierto sentido la muerte. Y este es también el
sentido de esas expresiones en las que se llama a la caridad un
fuego, porque el amor todo lo consume y transforma.
Por lo tanto, no es una expresión pasajera cuando los cristianos
rezamos: “Enciende en nosotros el fuego de tu amor”.
Hasta aquí llegamos con el Amor.