La adoración a la Eucaristía
La adoración al S. Sacramento en el Sagrario o expuesto en una custodia es un modo
de oración silenciosa en un lugar especial. Para los católicos hace 60 años la Visita al
S. Sacramento al pasar por una Iglesia era obligatoria. No se usaba la Misa para todo
como ahora. Las novenas, misiones, etc concluían con el rito de la Bendición con el S.
S.: himnos, incienso, campanillas y velas. El Jueves Santo incluía la adoración frente
a un Sagrario durante toda la noche del jueves al Viernes. Una vez al año tenían lugar
las 40 horas, una devoción de 3 días de silencio delante del S. S.
Estas devociones desaparecieron a fines de 1960. Se insistió en la Eucaristía como
comida, en donde la comunidad presidida por un sacerdote da culto a Dios con la
Palabra de la Biblia y los signos del sacrificio. La Eucaristía dejó de predicarse como
objeto de adoración para ser la comida del peregrino. El Concilio Vaticano II corrigió
desequilibrios, aunque dió pie a nuevas equivocaciones. Hoy se da énfasis a la
Palabra y disminuye la importancia de los símbolos. Se enfatiza a la comunidad y no la
adoración a Dios. Desde 1990 hay una reacción, los jóvenes quieren encontrar el
mundo simbólico de la Iglesia y la presencia de lo divino. La adoración atrae
nuevamente a los jóvenes, porque permite proseguir nuestro encuentro con Jesús
Resucitado. Orar delante del S. S. es estar en el Corazón de la Iglesia.