Estar en camino es distinto a haber llegado
Un peregrino está en camino. El estado del ser de un peregrino es caminar. Lo
opuesto a eso es haber llegado. El estado del ser de uno que ha llegado es
comprender, lograr, alcanzar. Estar en camino quiere decir caminar hacia la felicidad
que aún no tenemos . Haber llegado quiere decir poseer ya sí la felicidad. Con esa
palabra “felicidad” entendemos, ante todo, nuestra plenitud en cuanto existimos. La
felicidad o plenitud es la visión santificadora de Dios. Felicidad también significa,
aunque en segundo lugar, la respuesta íntima que damos a ese destino de felicidad.
Esos dos estados: peregrino y poseedor son las características absolutas del ser de
cada uno de nosotros. Los ángeles no son peregrinos, sino poseedores. Todo lo que
digamos del hombre, en cambio, se refiere a esos dos conceptos: peregrino o
poseedor. Cada concepto fundamental sobre el hombre tiene un doble sentido según
sea el estado del ser: o somos caminantes y estamos en camino, o ya hemos
alcanzado la plenitud hacia la que marchábamos.