Es indispensable el estudio de la voz hablada
La mayoría de los que hablan en público nunca aprendieron a respirar, a articular, a
decir, a pronunciar, a colocar su voz, a adaptarla a las dimensiones y la acústica del
lugar. El resultado en tales condiciones es obligado: no se les oye ( no digo escuchar),
se fatigan y nosotros nos cansamos. ¿Cómo puede presentarse a leer en público
alguien que antes de hacerlo pasa los ojos por el texto, pero no lo ha estudiado y a
veces ni siquiera sabe lo que significa, como es el caso de las lecturas de la Sagrada
Escritura? No basta tener buena voluntad o querer ser visto por la gente, como
persona inteligente. El resultado es desastroso. La prueba es la lectura del salmo en la
Misa: el estribillo lo responden algunos porque lo saben de memoria, aunque tampoco
es una alabanza de corazón. No basta repetir y lo mismo digo de los que cantan. La
conclusión de lo que expreso es que el estudio de la voz hablada es absolutamente
indispensable para quienes tienen que valerse de su voz, o que hablan en público.