El sujeto bueno
El misterio del sujeto existencial toca al sujeto existencial bueno. Así como el sujeto
existencial con libertad y responsabilidad se hace lo que es, también se hace bueno o
malo si sus acciones son correctas o erróneas. El sujeto bueno, la elección buena, la
acción buena no se encuentran por sí solas. Porque el sujeto es bueno por sus
buenas elecciones y sus buenas acciones. Antes de cualquier elección o acción debe
darse la intención de elegir y hacer lo bueno.
La determinación de lo bueno es función de la libertad. Por eso, los sistemas éticos
pueden catalogar los pecados con minucia, pero siempre son imprecisos sobre el
bien. Las deficiencias de esos sistemas no son un defecto sin remedio. Conocemos el
bien por el ejemplo de los conocidos, por las historias que la gente cuenta sobre
personas buenas y malas, por la corriente incesante de honra y culpa en nuestras
conversaciones, por la alegría y por la vergüenza, cuando nuestras elecciones y
acciones son elogiables o criticables.
