EL SILENCIO
Es esencial a la vida corporal y espiritual. Es un bien escaso, que nos cuesta mucho conseguir hoy. El silencio de nuestra iglesia San Gabriel Arcángel contiene una gran energía que estimula, da paz, nos ayuda a percibir la belleza.
El silencio es imprescindible para vivir una vida digna. La falta de silencio produce estado de agresión y violencia, como experimentan tantos hoy. Existe una expresión que manifiesta lo que necesitamos: «música del alma». En los supermercados, confiterías y restaurantes nos aturden con música ruidosa que no podemos «digerir» y no hace vibrar el alma. Los italianos dicen: «Il rumore no fa bene». Il bene no fa rumore».
¿Hacemos silencio para que el alma pueda alimentarse? ¿Respetamos el silencio de los demás? ¿Somos capaces de empezar a oír «música del alma»?