El “estrés del desafío” o estrés positivo

El “estrés del desafío” o estrés positivo

Mensaje 385

Para mejorar la salud

Cuando tu vida se vuelve una rutina ya sabida y no tienes novedades para ser creativo o mejorar las relaciones sociales, intenta el “estrés de desafío”. El objetivo es mantenerte con vitalidad y ganas. Para eso, hay que agregar una nueva actividad que te satisfaga y haga bien a tu salud. Puede ser cada día, o una vez por semana o por mes, p.e. dedicar cada día un ¼ de    hora a la oración, o participar   los miércoles en la reunión de Biblia, o venir a las Misas de salud de San Gabriel. El estrés positivo ayuda al cerebro. Ojo con los chicos de agenda llena!

   Para mejorar la vida rutinaria, hay que salir de la zona de comodidad de cada día y dar un paso hacia otra actividad, sobre todo espiritual. Es como tener una nueva ilusión o un nuevo sueño. Hay que armarse de valor y empezar algo nuevo. Por supuesto, te vas a ver ansioso, pero si decides quedarte como siempre, te pierdes una oportunidad para defender tu salud y crecer como persona. Es más fácil mirar tele que venir a la Misa diaria, pero el beneficio es distinto. No pienses a largo plazo, sino algo que puedas hacer hoy para salir de tu “cueva”.

   Tu personalidad es como sal o pimienta en tu vida. Conocer tu personalidad y tus reacciones te dan fuerza. No te fijes en lo negativo. Se trata de tener claras las tendencias de tu alma, no cambiar de personalidad. (la personalidad es estable y difícil de cambiar). Algunas reacciones dependen de lo recibido de nuestros padres y de las experiencias tenidas. Por eso, piensa en ciertas tendencias de tu alma que olvidaste por ocupaciones menores. Seguir esas tendencias espirituales mejora tu salud, como el deseo de encontrar a Dios en el silencio.

   No te dejes influir por revistas y libros que tienen afirmaciones sobre tu personalidad. Son divertidos pero te hacen equivocar. Mejor examinar algo cada día. Por ejemplo: ¿Soy pesimista? ¿Nunca espero que las cosas salgan como me gustan? ¿Nunca espero que me pasen cosas buenas? ¿Si algo tiene que salir mal, seguro que me toca a mí? A esas preguntas puedes responder: Si o No, o una respuesta intermedia. Si respondes: No estoy de acuerdo, o de ningún modo, has mantenido tu optimismo pese a todo. Es un lindo ejercicio.

   Otro examen que puedes hacer es sobre el optimismo. ¿Habitualmente espero lo mejor? ¿Soy siempre optimista sobre mi futuro? ¿En cualquier circunstancia, espero que me pasen cosas buenas y no malas? Si respondes: Estoy de acuerdo o bastante de acuerdo, te mantienes sano. No te dejes contagiar por las caras y relatos de los demás. Cuando te enfermas, puedes enfermar a los tuyos. Atención a lo que dice Jesús: Un árbol bueno produce frutos buenos.

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