El espíritu y el cuerpo forman un solo ser.

El espíritu y el cuerpo forman un solo ser.

La primera contradicción de la persona humana es la unidad de espíritu y
cuerpo, que forman un solo ser. El espíritu da vida al cuerpo comunicándose
con él.
El espíritu unifica, posee y desarrolla el cuerpo. El espíritu acepta al cuerpo en
el espacio y el tiempo, y sufre todas las variaciones del cuerpo: su
individualidad, biológica, psicológica, social, que no pertenecen a un espíritu
puro. El espíritu humano acepta su cuerpo, aunque sigue superando
infinitamente su cuerpo. El espíritu no es definido por el cuerpo porque sigue
siendo inmaterial, fuera del tiempo e infinito en relación al cuerpo. La persona
es un espíritu a la vez sumergido en su cuerpo y a la vez superándolo. La
persona es un ser compuesto ni ángel ni animal. La persona acumula en sí
todas las contradicciones de un ser con principios opuestos. Un ser situado
fuera de los lugares y del tiempo, se desarrolla en el espacio y el tiempo.

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