EL «CORAZÓN» O LAS «ENTRAÑAS»

EL «CORAZÓN» O LAS «ENTRAÑAS»

  1. La oración no es un asunto intelectual, afectivo, sentimental, moral o filosófico. La oración depende de un sentido o facultad interior que sólo actúa en contacto con Dios, dejando todo lo demás tal cual, o mejor dicho, «convirtiendo» la inteligencia, la afectividad, la moral, la religión y la sociabilidad en el sentido de Jesús.
  2. Dios nos ha dotado de una facultad o sentido interior, superior para entrar en contacto con El. La biblia lo llama «corazón» o «entrañas». Jesús lo identifica a lo más interior que hay en el hombre (ver Marcos 7:21). Esa facultad se parece a la intuición que nos permite ver el fondo de los demás. Pero ese corazón se rebela, a causa del pecado, se endurece, se enceguece y pierde la capacidad de amar, de conocer y de ver.
  3. Por el Espíritu Santo de Jesús obtenemos un «corazón nuevo» que nos permite vivir de un modo nuevo.
  4. El «corazón nuevo» de cada bautizado no funciona cuando no se lo usa. No es un instinto, porque los instintos son determinados y se prenden y apagan según la excitación exterior. Ese corazón nuevo necesita ser «entrenado» para relacionarme personalmente con Dios. Necesita que la libertad sea sanada de sus extravíos.
  5. ¿Cpomo se despierta y desarrolla el «corazón nuevo»? Mediante la oración. ¿Qué oración? (Porque existen varias formas de oración: litúrgica o comunitaria, colectiva, personal improvisada, repetitiva de jaculatorias, vocal, etc.). La oración que se trata aquí es una «oración interior»:
    • Es una oración que va a Dios por Dios mismo
    • Es una oración que entabla una relación de amor, e.d. personal.
    • Es una oración que busca la comunión y el conocimiento.

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