
El amor propio
Así llegamos al centro del tema del amor propio. Así es: esta exigencia de una
plenitud existencial, que obra en nosotros por haber sido creados, es realmente “amor
propio”. Ese amor propio es la forma de amor primaria, la forma de amor que da
fundamento y hace psible todo, y digámoslo claramente, es la forma que nos es más
familiar y querida. Cualquiera de nosotros que sea capaz de entender esto con
verdadera iluminación, está capacitado para comprender mejor que ese amor con que
nos amamos a nosotros mismos es la medida de todo amor. Según como nos
amemos nosotros, así será el amor de los demás. Esto que afirmo parece que no se
compagina bien con los pensamientos de amor y desprendimiento. Parece una
incongruencia sentir amor propio y ser desprendidos.