El amor de caridad y la felicidad
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La felicidad no quiere decir el sentimiento subjetivo de ser feliz, sino más bien la
satisfacción esencial por el bien de todos, el compendio de todo lo que nuestro ser
siente sed y por todo lo que nosotros somos capaces de pedir movidos por un
desprendido amor propio, aparentemente contradictorio. Además de esta razón, la
felicidad no puede definirse positivamente en su contenido. La felicidad es un bien
maravilloso al cual, como meta final , se dirige nuestro amor, aunque no puede
contenerse en palabras. Buscamos la felicidad desde que nacemos y nos ponemos
mal cuando el pecado arruina el amor.
