El altar familiar
Desde las catacumbas, los católicos aprendieron a venerar a los
mártires. Si podían, conseguían una reliquia. Así nació la práctica
de tener en casa un lugar para guardar la reliquia y orar en familia.
Los cristianos aceptaron la costumbre de venerar a los ancestros
en su casa.
En muchas casas de los católicos, hay un pequeño altar para
colocar un Crucifijo, imágenes de los santos y fotos de los
antepasados. Es la Tradición católica que no debe abandonarse. No
se suple con el hábito actual de poner en un cuadro un collage con
las fotos de las reuniones familiares. Porque muchos familiares han
sido traidores a la fe y no merecen figurar en ningún altar. En
cambio, es un deber moral honrar a los padres y madres, se lo que
fuere de su comportamiento.