¿Dónde reside la verdad?
Esa es la objetividad de la verdad, aunque no hay que dejarse fascinar por ella.
Desde el punto de vista psicológico la verdad es independiente del sujeto, aunque en su esencia reside solamente en el sujeto. La verdad va más allá del sujeto. Eso sucede porque en esencia el sujeto es capaz de superar su psicología, de ir más allá de lo que siente, de lo que imagina, de lo que piensa, de lo que le parece, de algo muy diferente de lo que es. Más aún, antes de que el sujeto pueda alcanzar la trascendencia de la verdad, tiene que darse el lento y laborioso proceso de su concepción, gestación y parto de la verdad. Porque enseñar y aprender, investigar, llegar a comprender,
clasificar y sopesar las evidencias, ni son independientes del aujeto, de los tiempos y los lugares, de las condiciones psicológicas, sociales e históricas. El fruto de la verdad debe crecer y madurar en el árbol del sujeto, antes de sacarlo y colocarlo en su reino absoluto.