Amor propio: impulso natural del eros
Este amor indigente que quiere la propia realización es el principio y todo nuestro
amor. Es el dinamismo nacido en el acto mismo de la constitución de nuestro ser, cuya
moilización o aniquilamiento está por encima de nuestras fuerzas. Es el sí a lo que ya
somos antes de que conscientemente podamos decir si o no. Es inevitable e
irreversible que el instinto natural que pide satisfacción y perfeccionamiento en el
objeto amado, es el amor propio. El hombre por naturaleza se ama a sí mismo.
El eros es el símbolo y compendio de todo lo que es enriquecimiento de la
existencia, satisfacción del ansia de felicidad, saturación con los bienes de la vida, a
los que pertenece el calor humano y el amor de Dios. El eros es un impulso
radicalmente natural que se nos dio de modo inmediato junto con nuestro ser creado y
limitado. Impulso de ser creados.
