¿A qué se deben los males del mundo?

¿A qué se deben los males del mundo?

En nuestra vida nos desequilibramos. No sólo amamos lo temporal, sino que
lo preferimos y lo idolatramos. Es el error de ahora. La base de esta corrupción
es haber separado los valores temporales de su unión a Dios. Cortados de
Dios, los valores temporales, causan el desorden. Hay que aceptar que los
valores separados de Dios son la gran tentación. Quedamos sometidos no a las
aspiraciones nobles, sino a la deshonestidad, a la búsqueda de poder, a la
lujuria. El culto al dinero logra la miseria en el mundo; el culto al cuerpo logra el
desastre moral; el culto a la dominación lleva a la guerra. El principio de esos
males es la ruptura y separación de lo temporal del amor de Dios. Por eso, el
nuestro amor humano se desvía, y debemos orientarlo hacia el verdadero amor,
que viene de Dios. Nos proponemos amar lo temporal y no caer en el caos
material. Que el don del amor de Dios nos lleve a la plenitud y nos bendiga hoy.

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